Ciberacoso: cómo identificarlo y enfrentarlo eficazmente
Introducción
El ciberacoso se ha convertido en una preocupación creciente en nuestra sociedad conectada, donde un tercio de los usuarios de internet son menores de 18 años (Urra, 2023). Este fenómeno representa una evolución digital del acoso tradicional, manifestándose a través de medios electrónicos y redes sociales.
Se define como un acto agresivo intencional realizado mediante medios electrónicos contra una víctima que encuentra dificultades para defenderse (Urra, 2023). A diferencia del acoso tradicional, el ciberacoso persigue a la víctima en todos los espacios, eliminando cualquier zona segura, incluso dentro del propio hogar (Educación, n.d.).
Las estadísticas revelan un panorama preocupante: en Europa, más del 80% de los menores entre 5 y 14 años utilizan móviles, y un 12% han experimentado alguna forma de acoso digital (Urra, 2023). La incidencia más alta se observa entre los 13 y 15 años, período crítico en el desarrollo social y emocional de los adolescentes (Urra, 2023).
Un aspecto distintivo del ciberacoso es su capacidad de amplificación: un solo acto puede generar un daño mayor y más duradero que las formas tradicionales de acoso, debido al alcance masivo de las plataformas digitales (Urra, 2023). El anonimato que proporciona internet permite al acosador mantener su identidad oculta, lo que puede incrementar la intensidad y frecuencia de las agresiones.
La prevención y el manejo efectivo del ciberacoso requieren un enfoque integral que involucre a toda la comunidad educativa, incluyendo estrategias de educación digital, prevención y protección de la privacidad en línea (Aznar-Martínez et al., 2024).
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